¿Tiene sentido hablar de merecimientos cuando el resultado de un partido ya es cosa juzgada? A veces sí. Por ejemplo, en el caso de la Selección Sub-17 lo es: si bien el equipo dirigido por Diego Placente no pudo defender el título sudamericano y cerró con dos derrotas lo que venía siendo una muy buena serie de resultados, se fue dejando una imagen muy positiva y esperanzadora, en términos de sintonía colectiva y en rendimientos individuales. Los argentinos pudimos ver en acción a jóvenes que por ahora nos parecen interesantes revelaciones, pero que en pocos años podrían ser las figuras que admiraremos en un Mundial de mayores. En esta ventana al futuro que ofrecen los torneos juveniles pudimos ver que hay material de sobra para ilusionarse, con un Claudio Echeverri que pinta para crack de talla mundial, un goleador de raza como Agustín Ruberto, un Santiago López con seguro futuro europeo, un Kevin Gutiérrez o un Ian Subiabre que la llevan atada, sólo por mencionar algunos. Más nos vale recordar varios de esos nombres.
Por desgracia, los pibes de la Selección no tuvieron el final que merecían. Otra vez, como contra Ecuador, sufrieron un gol demasiado temprano, cortesía de un Riquelme Marinho que estuvo imparable, y que construyó con Dudú y las subidas de Souza una tríada indescifrable para la defensa argentina. El propio Dudú aumentó luego, y todo se hizo cuesta arriba. Ruberto logró el descuento en una jugada confusa y el “Diablito” Echeverri logró el empate en el complemento, pero poco después Da Mata le devolvió el triunfo a Brasil. Argentina no se entregó nunca y lo intentó hasta el final, con lo que le quedaba de piernas, corazón y pulmones, pero no le alcanzó. Le faltó algo de suerte. Lo que de seguro no le van a faltar a estos chicos son nuevas oportunidades.
Brasil, campeón gracias al empate de Ecuador
Luego de vencer a Argentina, Brasil debió esperar hasta el final del partido entre Ecuador y Venezuela para festejar la obtención del Sudamericano Sub-17. Los anfitriones comenzaron ganándole a Venezuela, resultado que los consagraba campeones por un gol de diferencia. Sin embargo, la “vinotinto” igualó cerca del final y les sirvió el título a los brasileños. Argentina fue tercera y Venezuela quedó cuarta. Hasta allí, los clasificados al Mundial.